domingo, 13 de noviembre de 2011

Temperatura ascendente de las aguas oceánicas causa una proliferación del género Vibrio de bacterias

Impactante noticia publicada en diario El Observador:
Advertencia: el calentamiento de los océanos del mundo puede causar enfermedades graves y costar millones de dólares en atención a la salud.
Para ver la noticia ingresar al link de etiqueta.

Víctimas haitianas del cólera reclaman reparaciones a la ONU


Más de 5.000 personas víctimas del cólera en Haití reclaman indemnizaciones, medidas sanitarias concretas para combatirlo y un pedido de disculpa a la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en ese país (Minustah) por la epidemia que ya causó más de 6.600 muertes. Desde la aparición de la enfermedad en este país caribeño, en octubre de 2010, se registraron más de 476.000 contagios.

Brian Concannon, director del no gubernamental Institute of Justice and Democracy in Haiti, ayudó a organizar la presentación, el 3 de noviembre, de dos reclamos simultáneos de sobrevivientes y familiares de las víctimas ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y ante la Minustah.
La petición sostiene que la ONU y la Minustah están sujetas a pagar cientos de millones de dólares por no controlar la salud ni prestar tratamiento oportuno a sus efectivos llegados de países del sudeste asiático con brotes de cólera, por arrojar sin ningún cuidado residuos contaminados de una base al más largo e importante río del país, Artibonite, y por no prestar una respuesta adecuada a la epidemia.
Concannon y su equipo sostienen en la demanda que el serotipo del vibrión colérico (Vibrio cholerae, la bacteria causante del cólera) fue introducido en aguas haitianas por personal de la Minustah llegado desde Nepal.
La afirmación se basa en reportes de los estadounidenses Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, del Harvard Cholera Group, del epidemiólogo francés Renaud Piarroux, que ha dedicado su carrera a estudiar esta enfermedad, del Wellcome Trust Sanger Institute, con sede en Gran Bretaña, y del Instituto Internacional de Vacunas de Seúl.
Antes de la llegada de esos cascos azules, Haití no había sabido del cólera en más de 50 años. Ahora, la enfermedad se ha extendido a casi todo el país.

Prevención y control de los brotes de cólera: política y recomendaciones de la OMS



Diagnóstico

La presencia de Vibrio cholerae en las heces se confirma mediante pruebas de laboratorio, pero en la actualidad existe una prueba diagnóstica rápida que se puede realizar a la cabecera del enfermo. La OMS la está validando para incluirla en su lista de productos precalificados.
Mientras tanto, la OMS propone que todas las muestras positivas con esa prueba sean confirmadas con pruebas de laboratorio clásicas. No es necesario analizar todos los casos que se ajusten a la definición clínica de los casos que da la OMS. Una vez que se confirme un brote basta el diagnóstico clínico de acuerdo con esa definición normalizada de los casos, acompañado de pruebas esporádicas a intervalos regulares.

Mensajes fundamentales

  • Una vez que se haya confirmado la presencia de Vibrio cholerae, para diagnosticar los casos basta que cumplan la definición clínica de la OMS. Después son necesarias pruebas de laboratorio para determinar la sensibilidad a los antibióticos y para confirmar el final del brote.
  • Las pruebas diagnósticas rápidas pueden facilitar la detección de los primeros casos y la alerta temprana.
Definición normalizada de los casos según la OMS. Se debe sospechar un caso de cólera cuando:

  • en una zona donde la enfermedad no haya estado presente se detecte un paciente mayor de 5 años con deshidratación grave o muerte por diarrea acuosa aguda;
  • en una zona donde el cólera sea epidémico, un paciente mayor de 5 años presente diarrea acuosa aguda, con o sin vómitos.

El cólera se confirma cuando se aísle Vibrio cholerae O1 u O139 en un paciente con diarrea.

ELIGE CUIDARTE, MINSAL

VIBRIO PARAHEMOLITICO: ¿Qué debemos hacer para evitarlo?

PATOGENICIDAD - V. vulnificus

V. vulnificus es el más virulento de los vibrios no cólera. El principal determinante de su virulencia es la cápsula polisacarídica que le confiere resistencia frente a la fagocitosis y es capaz de inducir la liberación directa de citocinas inflamatorias, como el factor de necrosis tumoral. Produce episodios de celulitis y fascitis necrosante, con frecuencia con bacteriemia asociada, por infección de heridas expuestas a agua salada contaminada.


En pacientes con enfermedades que cursan con sobrecarga de hierro (hemacromatosis, anemia hemolítica crónica), en inmunocomprometidos y, sobre todo, en cirróticos puede producir un cuadro séptico que se presenta bruscamente con fiebre y escalofríos, habitualmente sin manifestaciones gastrointestinales. En todos los casos se recoge el antecedente de ingesta de marisco crudo, durante la semana previa. Tres días después del inicio de los síntomas aparecen lesiones cutáneas pápulo-eritematosas que evolucionan hacia la formación de vesículas hemorrágicas y, posteriormente, úlceras necróticas.
Excepcionalmente V. vulnificus es causa de diarrea, neumonía o endometritis.


En los pacientes con sepsis, la instauración precoz del tratamiento antibiótico consigue reducir la mortalidad hasta el 30%. Evitar la ingesta de los productos del mar no cocinados, sobre todo
los cirróticos, es la única medida eficaz para evitar la infección.

FIGURA 1. Lesión equimótica cara lateral brazo derecho al ingreso.

FIGURA 2. La lesión evoluciona en forma ampollar en pocas horas.

FIGURA 3. Lesión en pierna derecha. Las ampollas se convierten en bulas luego de 24 h.

FIGURA 4. Se muestran las lesiones previas al deceso, claramente bulosas y rellenas de material hemático.




Fuente:

PATOGENICIDAD - V. parahaemolyticus


En el año 1953, investigadores japoneses encabezados por Fujino identificaron por primera vez al Vibrio parahaemolyticus como el causante de intoxicación alimentaria, esto ocurrió durante la aparición de un brote en la provincia de Isaka en la cual hubo 272 personas afectadas, con 20 fallecidos. El brote se asoció al consumo de sardinas crudas.

En nuestro país entre los años 1992 y 1997 el Instituto de Salud Pública recibió 30 muestras
procedentes de laboratorios regionales para confirmar el diagnóstico de intoxicación por Vibrio parahaemolyticus. Sin embargo, el brote ocurrido en la ciudad de Antofagasta entre Noviembre de 1997 a Marzo de 1998 causó que este número aumentara a más de 300 muestras. Un segundo brote afectó aproximadamente a 1500 personas durante Enero a Marzo del 2004, principalmente en la zona de Puerto Montt, una región con aguas costeras usualmente frías.
El Vibrio parahaemolyticus es una bacteria perteneciente a la familia de las Vibrionaceae.
Esta bacteria se encuentra presente en forma permanente en el mar de nuestro territorio, lo que no implica que exista riesgo permanente de infección. Éste existe sólo cuando hay condiciones especiales en el mar, como el aumento de su temperatura, especialmente en los meses estivales, favorecen su proliferación.
La virulencia del vibrio ha sido asociada a la producción de hemolisina termoestable directa, la cual es responsable de la beta-hemólisis producida sobre eritrocitos humanos in vitro, sin embargo, se han descrito en el último tiempo cepas patogénicas que no producen la hemolisina.
La intoxicación por Vibrio parahaemolyticus causa tres entidades clínicas reconocidas: gastroenteritis, septicemia e infección de heridas.
El cuadro intestinal es el más frecuente, caracterizado por diarrea acuosa y cólicos abdominales, que pueden acompañarse de náuseas, vómitos, fiebre y cefalea. Generalmente es autolimitado, la persona se recupera luego de un período de aproximadamente 3 días, que puede variar entre 1 a 7 días, tiempo que no depende del tratamiento con antibióticos. En los
casos más severos puede producirse un síndrome disentérico, caracterizado por heces sanguinolentas y fiebre alta.
El diagnóstico de la gastroenteritis causada por este microorganismo se hace por cultivo de éste en las deposiciones.
La principal medida de tratamiento de la gastroenteritis es la hidratación. El tratamiento antibiótico en la mayoría de los casos es innecesario, puesto que no hay evidencia de que disminuya la severidad o duración del cuadro gastrointestinal, no obstante, en los casos severos, en infecciones de piel o septicemia, se puede utilizar antibióticos bajo estricta prescripción médica como ciprofloxacino, doxiciclina, tetraciclina, ampicilina y cefalosporinas de tercera generación, dependiendo de la susceptibilidad del microorganismo.
Ante un cuadro de gastroenteritis por Vibrio parahaemolyticus el personal de salud debe sospechar e investigar, si corresponde, la eventual presencia de un brote. En ese caso, debe dar aviso al Servicio de Salud correspondiente.


Fuente:
https://docs.google.com/viewer?a=v&pid=sites&srcid=ZGVmYXVsdGRvbWFpbnxmbG9yZXNyaXZlcmFtZmluZmVjdG9sb2dpYXxneDozZDNhYTAzMjYwMWM0N2U2&pli=1

PATOGENICIDAD - V. cholerae





Las cepas de V. cholerae O1 y O139 que causan el cólera está ligada a la producción de una enterotoxina conocida como toxina colérica, que se une a los enterocitos aumentando los niveles de adenosinmonofosfato (AMP) cíclico, que altera los flujos de iones a través de la mucosa intestinal, ocasionando una pérdida considerable de agua y electrolitos en las heces líquidas. Otros factores infectivos son un factor de adhesión y una fimbria de unión al hospedador. No todas las cepas de los serotipos O1 o O139 poseen dichos factores de virulencia, y es raro que los posean otras cepas.
Aunque existen cepas ambientales inocuas, V. cholerae es la especie más patógena, responsable de brotes epidémicos y grandes pandemias. Presenta características epidemiológicas únicas: 
  • capacidad para permanecer endémico en ciertas áreas 
  • predisposición a producir epidemias y, potencialmente, pandemias.
El cólera se transmite típicamente por vía fecal-oral y la infección se contrae predominantemente por la ingestión de alimentos o agua con contaminación fecal, por lo cual ocurren epidemias en los países con condiciones higiénico-sanitarias precarias, en los meses cálidos, cuando las condiciones de temperatura, salinidad y disponibilidad de nutrientes favorecen la proliferación de V. cholerae. En los países desarrollados, entre ellos España, a pesar de que se puede aislar V. cholerae del medio acuático, sólo se producen casos esporádicos. La infección se transmite a través del agua o alimentos contaminados. El ciclo se cierra tras la eliminación de la bacteria por el ser humano al medio, contaminando el agua de bebida o los alimentos. La manifestación sintomática de la enfermedad puede ser leve, moderada o grave y sus síntomas iniciales se destacan por el aumento del peristaltismo seguido de la producción de deposiciones acuosas y sueltas de tono blanquecino con pequeños gránulos (con aspecto de «agua de arroz») y restos de mucosa, en las que el enfermo puede perder hasta 10 o 15 litros de líquido al día.
En los brotes epidémicos, la falta de asistencia hospitalaria y el tratamiento inadecuado comportan tasas de mortalidad de hasta el 20%. Con tratamiento adecuado, la mortalidad es inferior al 1%.
Las principales medidas de prevención se basan en dotar a la comunidad de un suministro adecuado de agua potable y en la correcta eliminación de las aguas residuales. A pesar de que Vibrio se aísle del medio ambiente de los países desarrollados, las condiciones higiénico-sanitarias determinan la baja incidencia de cólera en estos países (casos esporádicos).


Fuente:
https://docs.google.com/viewer?a=v&pid=sites&srcid=ZGVmYXVsdGRvbWFpbnxmbG9yZXNyaXZlcmFtZmluZmVjdG9sb2dpYXxneDozZDNhYTAzMjYwMWM0N2U2&pli=1

¿Qué es Vibrio?


El género Vibrio es un grupo de bacterias marinas, que se presentan en el agua de mar y en la superficie corporal de animales marinos. Pertenece al grupo entérico, clasificado en la familia Vibrionaceae, junto a otros tres géneros: Aeromonas, Plesiomonas y Photobacterium, los cuales se caracterizan por usar un gran número de substancias orgánicas sencillas como substratos para su metabolismo respiratorio tales como: aminoácidos, ácidos orgánicos y carbohidratos. 

Vibrio en sí tiene escasos requerimientos nutritivos, existen cerca de 30 especies consideradas halófilas que requieren una concentración de CINa en el medio al menos del 0,5% para crecer, mientras que las dos especies no halófilas, V. cholerae y V. vulnificus, crecen sin adición de sal al medio. 

Morfológicamente está formado por bacilos de estructura espirilar, gramnegativos, aerobios y anaerobios facultativos, móviles mediante un flagelo polar, fermentadores de glucosa y en su mayoría no productores de gas.

Las especies se tipifican en función de sus antígenos O, de las 36 especies reconocidas, 12 son potencialmente patógenas en humanos, entre las más destacadas encontramos: V. cholerae, V. parahaemolyticus y V. vulnificus. Vibrio cholerae es la única especie patógena relevante en medios dulceacuícolas.

La mayoría de las infecciones se producen por exposición al agua de mar o por consumo de alimentos marinos crudos. 
V. Parahemolyticus


V. cholerae

V. Vulnificus

Referencias seleccionadas
Kaper JB, Morris JG y Levine MM, 1995: Cholera. Clinical Microbiology Reviews, 8:48–86.
Ogg JE, Ryder RA y Smith HL, 1989: Isolation of Vibrio cholerae from aquatic birds in Colorado and Utah. Applied and Environmental Microbiology, 55:95–99.
Rhodes JB, Schweitzer D y Ogg JE, 1985: Isolation of non-O1 Vibrio cholerae associated with enteric disease of herbivores in western Colorado. Journal of Clinical Microbiology, 22:572–575.
OMS, 2002: Vibrio cholerae. En: Guías para la calidad del agua potable, 2.ª ed. Apéndice: Microbiological agents in drinking water. Ginebra (Suiza), Organización Mundial de la Salud, págs. 119–142.